
Otorrea: Causas y clasificación
hace 1 mes · Actualizado hace 1 semana

Otorrea es cuando hay secreción patológica en el conducto auditivo externo. El otorrinolaringólogo busca la causa y el tratamiento correcto.
Para diagnosticar la otorrea, se observan varios aspectos. Se ve si es mucoide, mucopurulenta o sangrienta. También se mide la cantidad y si huele mal.
Otorrea: Diagnóstico
Es importante saber si es un problema agudo o crónico.
Además, se busca otros síntomas como la otalgia, que es muy importante para el diagnóstico.
El diagnóstico se hace explorando el oído externo. Se palpa el trago y se hace una exploración otoscópica.
Con la información de la anamnesis y la otoscopia, se puede diagnosticar con certeza en la mayoría de los casos.
En casos raros, se pueden hacer pruebas adicionales para encontrar la causa.
Según estos criterios, las otorreas se clasifican en agudas y crónicas. Las agudas suelen doler mucho, mientras que las crónicas rara vez causan dolor.
Otorreas agudas
La otorrea aguda puede ser de oído externo o medio.
La de oído externo causa dolor fuerte, mientras que la de oído medio mejora con la otorrea por disminución de presión.
La otoscopia es clave para saber de dónde viene la supuración.
La otorrea externa duele al tocar el conducto. El tímpano está inflamado y no se ve bien.
La de oído medio se ve normal después de aspirar la secreción. Esto confirma la alteración de la membrana timpánica.
Otorreas agudas con origen en el oído externo
La otorrea aguda purulenta duele mucho y causa sensación de taponamiento. El signo del trago es positivo.
La otoscopia muestra edema y eritema en la piel del conducto. Esto es típico de otitis externa difusa.
Si la secreción es acuosa y hay descamación, puede ser un eczema sobreinfectado.
Las otalgias intensas y duraderas en personas mayores o con problemas de inmunidad son sospechosas de otitis externa maligna.
La presencia de tejido de granulación y parálisis facial homolateral sugiere esta condición.
La asociación de otalgia intensa con parálisis facial puede ser un síndrome de Ramsay-Hunt o zóster ótico.
Las pequeñas vesículas en la concha son un signo clínico diferencial y característico de este proceso.
Si la otalgia es leve, el prurito ótico es común. En la otoscopia, se ve otorrea espesa y blanquecina. Esto indica otomicosis.
La otorrea escasa y fétida puede ser de miringitis granulosa. Esto causa poco dolor de oído.
La miringitis granulosa es una infección por Pseudomonas aeruginosa. Afecta la epidermis timpánica, creando granulomas exudativos.
Este problema se distingue por la normalidad del conducto auditivo. La clínica puede ser persistente.
Es diferente al colesteatoma por la ausencia de escamas de queratina. La timpanometría también es normal.
Otorreas agudas con origen en el oído medio
Una otalgia que surge con catarro de vías respiratorias altas es de otitis media aguda. Esto se cura con otorrea mucopurulenta.
En la otoscopia, una vez se aspira la secreción, se busca una perforación. Esto confirma el diagnóstico.
La perforación es milimétrica y en el cuadrante anteroinferior timpánico. Esto es típico de la otitis media aguda.
La otorrea sanguino-lenta y las vesículas en el tímpano son signos de otitis media vesicular. Esto suele ser por virus influenza.
La fiebre, artralgias y mal estado general acompañan a la otalgia. Esto es típico en niños y en invierno.
La mala respuesta al tratamiento y los síntomas que empeoran indican complicaciones. Esto puede ser mastoidistis aguda.
El vértigo en un paciente con otorrea sugiere laberintitis aguda. Esto es una complicación grave.
Otorreas agudas en cavidades quirúrgicas
La otorrea en cavidades quirúrgicas de mastoidectomía abierta es por agua o rinofaríngeo. Esto es un problema común.
Si la otorrea no mejora con tratamiento, puede ser colesteatoma o cirugía insuficiente. Esto requiere revisión.
Otorreas crónicas
La otorrea crónica puede ser permanente o episódica. A menudo, se debe a agudizaciones repetidas. En estos casos, hay periodos sin supuración.
Las características de la otorrea y los hallazgos en la otoscopia nos ayudan a diagnosticar. Esto nos permite saber la causa real.
Las causas más comunes son la otitis media crónica benigna y el colesteatoma. Estos problemas afectan el oído.
La otorrea crónica se caracteriza por ser permanente y de baja intensidad. También es fétida y no está relacionada con catarros de vías respiratorias altas.
Si se ve una perforación o invaginación marginal con queratina, es colesteatoma. Esto se observa en la otoscopia.
Los pólipos pediculados a la membrana timpánica son otro signo de colesteatoma. Esto es característico de esta patología.
Por otro lado, una otorrea crónica episódica y abundante, pero no fétida, sugiere otitis media crónica benigna. Esto se confirma con una otoscopia que muestra una perforación central en la parte tensa del tímpano. La otitis media crónica benigna es una causa común.
Las otorreas crónicas suelen no causar dolor. Sin embargo, si un paciente con otorrea crónica dice que le duele, puede ser una complicación. Esto incluye mastoiditis, tromboflebitis, abscesos y meningitis.
En pacientes mayores con otorrea serosanguinolenta, hay que pensar en cáncer. Esto puede ser carcinoma de conducto auditivo o de oído medio. Una masa ulcerada y supurativa en la otoscopia confirma esta sospecha.
El vértigo en un paciente con otorrea puede ser un signo de una erosión del canal semicircular horizontal. Esto ocurre especialmente si al presionar el conducto auditivo se desencadena una crisis de vértigo momentánea. Esto se conoce como el signo de la fístula.
Finalmente, si una otorrea crónica persiste o no tiene causa evidente, es importante descartar otitis crónica específica. La tuberculosis ótica es una posibilidad que debemos considerar.
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