
Hipoacusia: Definición y clasificación
hace 1 semana · Actualizado hace 1 semana

La hipoacusia es cuando la gente tiene menos sensibilidad al sonido. Cerca de 5 de cada 1.000 bebés nacen con una sordera severa.
Con el tiempo, más gente se vuelve sorda:
El 5% de las personas mayores de 45 años tienen sordera.
Y más del 60% de quienes tienen 70 años o más enfrenta serios problemas auditivos.
Clasificación de la hipoacusia según criterios o puntos de vista:
a) Hipoacusia Genética o Hereditaria (50%):
El 50% de las hipoacusias vienen de la genética. Pueden ser sindrómicas o no:
- Hipoacusias Hereditarias Sindrómicas (30%): Estas están ligadas a síndromes que incluyen pérdida auditiva. Por ejemplo, el síndrome de Usher combina hipoacusia con retinitis pigmentosa.
- Hipoacusias Hereditarias No Sindrómicas (70%): No tienen otras anomalías. Se clasifican por el patrón de herencia:
- Autosómicas Recesivas (75%): Los padres son portadores del gen mutado, pero no tienen síntomas. La probabilidad de que un hijo herede la hipoacusia es del 25%.
- Autosómicas Dominantes (20%): Si un padre transmite el gen mutado, el hijo tendrá hipoacusia. La probabilidad de herencia es del 50%.
- Ligadas al Cromosoma X (1-5%): La mutación se encuentra en el cromosoma X, afectando principalmente a los varones.
Además, hay hipoacusia por ADN mitocondrial (3%), que se hereda solo por la madre.
b) Hipoacusia Adquirida (25%):
El 25% de los casos son adquiridos después del nacimiento. Las causas comunes incluyen:
- Infecciones Prenatales: Infecciones como la rubéola, el citomegalovirus o la sífilis pueden afectar al feto.
- Complicaciones Perinatales: La prematuridad, la hipoxia neonatal o la hiperbilirrubinemia pueden dañar el sistema auditivo.
- Infecciones Postnatales: Enfermedades como la meningitis, el sarampión o las paperas pueden causar hipoacusia si no se tratan.
- Exposición a Ruidos Intensos: Ruidos fuertes pueden dañar las células ciliadas del oído interno.
- Ototoxicidad: Algunos medicamentos pueden ser tóxicos para el oído interno.
c) Hipoacusia de Origen Desconocido (25%):
En el 25% de los casos, no se encuentra una causa específica para la hipoacusia. Esto puede ser debido a limitaciones en las técnicas diagnósticas o a factores etiológicos no identificados.
b) Por etapa de instauración:
1. Hipoacusia Congénita:
Esta forma de hipoacusia se presenta al nacer o en los primeros meses. Las causas pueden ser genéticas, infecciones intrauterinas o factores ambientales. Es crucial la detección temprana para mejorar el desarrollo del lenguaje.
2. Hipoacusia Prelocutiva:
Se da entre los 3 meses y los 2 años. Es un momento crítico para el desarrollo del lenguaje. La intervención temprana es esencial para evitar retrasos en el habla.
3. Hipoacusia Perilocutiva:
Se presenta entre los 2 y 5 años. Afecta el progreso lingüístico y puede causar dificultades en la comunicación. La intervención busca apoyar el desarrollo del lenguaje.
4. Hipoacusia Postlocutiva:
Se da después de los 5 años. Aunque el impacto en el lenguaje es menor, puede afectar la comunicación social. El uso de dispositivos auditivos es crucial para mantener una comunicación efectiva.
Es vital la detección e intervención tempranas en cualquier etapa. Los programas de cribado auditivo neonatal y evaluaciones periódicas son herramientas clave para identificar y abordar la pérdida auditiva.
d) Según evolución:
1. Hipoacusia Súbita:
La hipoacusia súbita es una pérdida de audición que ocurre rápidamente, en menos de 72 horas. Puede empezar al despertar o de repente durante el día. Afecta a 27 de cada 100,000 personas en los Estados Unidos, siendo más común en mayores de 65 años.
Además de la pérdida de audición, se pueden sentir zumbidos en el oído y mareos. Las causas pueden ser infecciones virales o trastornos autoinmunes. Es crucial buscar atención médica inmediata para tratarla.
2. Hipoacusia Progresiva:
La hipoacusia progresiva se desarrolla poco a poco. Puede ser causada por la edad, ruidos fuertes o enfermedades. Los síntomas pueden ser lentos, pero afectan mucho la vida diaria.
Es importante detectarla pronto y tratarla adecuadamente. Así se puede mitigar su impacto en la comunicación y calidad de vida.
3. Hipoacusia Fluctuante:
La hipoacusia fluctuante cambia con el tiempo. Puede ser causada por la enfermedad de Ménière o enfermedades autoinmunes. El diagnóstico es desafiante debido a los síntomas variables.
El tratamiento busca estabilizar la audición y manejar la causa subyacente. Esto ayuda a controlar los síntomas.
e)Por Extensión
Hipoacusia Unilateral:
La hipoacusia unilateral afecta solo un oído. Esto puede hacer difícil localizar sonidos y entender en lugares ruidosos. Las causas incluyen infecciones o traumatismos craneales.
Es vital una evaluación audiológica completa. Así se puede determinar la causa y considerar opciones de tratamiento.
Hipoacusia Bilateral:
La hipoacusia bilateral afecta ambos oídos. Puede ser simétrica o asimétrica. Las causas incluyen factores genéticos o envejecimiento.
Es crucial una intervención temprana. Así se mejora la calidad de vida de quienes la padecen.
Identificar y tratar la hipoacusia a tiempo es crucial. Esto ayuda a mejorar la comunicación y la calidad de vida. Los tratamientos varían, desde audífonos hasta cirugía, dependiendo de la causa y gravedad.
f) Hipoacusia según asiento de la lesión:
Las causadas por daños en el oído externo y medio se llaman conductivas. Estas incluyen problemas como la otitis externa y el atresia del conducto. Por otro lado, las neurosensoriales afectan la conversión de sonidos en señales eléctricas en la cóclea.
Mixtas combinan daños en transmisión y percepción.
g) Por el momento de actuación del factor causal:
1. Causas Genéticas:
El 50% de las hipoacusias congénitas tienen origen genético. Estas pueden ser:
- Hipoacusias Hereditarias No Sindrómicas: Son el 70% de las genéticas. No presentan otras anomalías. Siguen un patrón autosómico recesivo, donde los padres son portadores sin síntomas.
- Hipoacusias Hereditarias Sindrómicas: Son el 30% y vienen con otras anomalías. Hay más de 400 síndromes con pérdida auditiva.
2. Causas No Genéticas:
El otro 50% se debe a factores no genéticos. Estos incluyen daños en el oído externo y medio, y problemas en la conversión de sonidos en señales eléctricas en la cóclea.
- Infecciones Maternas Durante el Embarazo: Algunas infecciones en la madre pueden pasar al bebé y afectar su oído. Las infecciones más comunes que causan hipoacusia prenatal son:
- Citomegalovirus (CMV): Es una causa común de hipoacusia en bebés. La infección por CMV en la madre puede dañar el oído interno del feto.
- Toxoplasmosis: Esta infección, causada por Toxoplasma gondii, puede causar hipoacusia y otras complicaciones neurológicas en el recién nacido.
- Sífilis: La sífilis congénita, causada por Treponema pallidum, puede llevar a hipoacusia y otras afecciones en el bebé.
- Rubéola: La infección por el virus de la rubéola en el primer trimestre puede causar hipoacusia y otros síntomas en el bebé.
- Exposición a Sustancias Teratogénicas: Algunas sustancias en el embarazo pueden dañar el oído del feto. Por ejemplo, los retinoides, usados en tratamientos de la piel, pueden causar malformaciones, incluyendo hipoacusia.
h) Postnatales o tardías:
a) Hipoacusia Postnatal No Genética:
Esta hipoacusia se debe a factores adquiridos después del nacimiento. Las causas comunes incluyen:
- Infecciones: Algunas enfermedades pueden afectar el oído. Las más comunes son:
- Varicela: Aunque es común en niños, puede causar problemas de audición en casos raros.
- Parotiditis (paperas): Esta enfermedad puede causar pérdida de audición, de inicio rápido.
- Sarampión: Este virus puede causar pérdida de audición como efecto secundario.
- Gripe (influenza): La gripe puede causar problemas de audición, aunque es menos común.
- Sífilis: La sífilis en el recién nacido puede causar pérdida de audición.
- Fármacos Ototóxicos: Algunos medicamentos pueden dañar el oído interno. Los más comunes son:
- Aminoglucósidos: Antibióticos como la gentamicina pueden ser peligrosos para el oído, especialmente en dosis altas.
- Diuréticos de asa: Medicamentos como la furosemida pueden causar problemas de audición, especialmente con otros fármacos.
- Antipalúdicos: Medicamentos contra la malaria, como la quinina, pueden ser peligrosos para el oído.
- Cisplatino: Este quimioterápico puede causar pérdida de audición, dependiendo de la dosis.
- Enfermedades de la Mastoides: La mastoiditis, una infección del hueso mastoideo, puede causar problemas de audición si no se trata bien.
- Traumatismos: Lesiones en la cabeza o el oído pueden dañar el oído, causando pérdida de audición.
- Fístulas Perilinfáticas: Estas comunicaciones anormales pueden causar pérdida de audición y vértigo.
b) Hipoacusia de Origen Genético con Manifestación Tardía:
Algunas hipoacusias tienen causa genética pero no se manifiestan al nacer. Estas pueden aparecer más tarde en la vida.
- Hipoacusias No Sindrómicas: Son pérdidas auditivas que no van con otras enfermedades. Pueden heredarse de diferentes maneras. Los genes GJB2, MYO15A y STRC están involucrados.
- Hipoacusias Sindrómicas: Aquí, la pérdida auditiva forma parte de un síndrome. Esto significa que hay más síntomas además de la hipoacusia. Algunos ejemplos son:
- Síndrome de Pendred: Combina hipoacusia con problemas de la tiroides.
- Síndrome de Usher: Afecta tanto la audición como la visión, causando pérdida auditiva y retinitis pigmentosa.
- Síndrome de Alport: Presenta hipoacusia, enfermedad renal y problemas oculares.
i) Según criterio Pedagógico y Social:
Niño Sordo:
Es aquel que no puede escuchar lo suficiente para hablar. Se usa la Lengua de Señas Española (LSE) para comunicarse. Esto ayuda a que aprenda y se desarrolle sin problemas.
Niño Hipoacúsico:
Este niño puede escuchar un poco y aprender a hablar. Se necesita ayuda especial para que mejore su audición. La educación se enfoca en hablar y escuchar bien.
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